Este fin de semana me he encontrado con un programa que une dos de mis grandes pasiones: los videojuegos y Linux. Se trata de Djl, un interfaz de gestión de juegos para Linux que permite descargar, instalar y eliminar un buen número de títulos de manera totalmente independiente de la distribución Linux en la que se ejecute. Así mismo, puede detectar las accesos directos a juegos instalados anteriormente (por ejemplo, aquellos que vengan con nuestra distribución) y ejecutarlos directamente desde el interfaz. La lista de juegos disponibles ya es impresionante y es posible actualizarla periódicamente a través de Internet, pudiendo colaborar cualquier usuario a la hora de aportar nuevos juegos.
Lo único que hace falta para ejecutar Djl en nuestro sistema Linux es contar con Python 2.5, el lenguaje con el que está programado y que afortunadamente se encuentra de serie en la mayoría de distribuciones Linux modernas. La instalación de Djl en nuestro sistema es muy sencilla y no necesita permisos de administrador para ello: basta con descargar la última versión disponible desde el sitio web oficial, descomprimir el contenido del paquete en un directorio de nuestra elección y ejecutar el programa principal.
Djl es capaz de descargar e instalar paquetes tar, tar.gz, tar.bz2 y zip, además de instaladores gráficos como .package o .run (paquetes Loki), de forma automática y sin interacción alguna por parte del usuario.
El interfaz de Djl es muy completo, ya que incluye una exhaustiva ficha por juego con su descripción e icono correspondiente, un cliente RSS que descarga del sistio web oficial las últimas noticias relacionadas con Djl y un cliente IRC que permite que los usuarios del programa charlen entre ellos.
La única pega que me he encontrado es que no resuelve las posibles dependencias que un juego pueda tener, es decir, no busca e instala aquellos paquetes de software (principalmente bilbliotecas) que el título necesite para funcionar correctamente. Sin embargo, es posible consultar la información que el propio juego da al ejecutarse de forma que el usuario puede ver qué dependencias faltan para resolverlas. Es indudable que para llevar a cabo esta operación hace falta tener cierto nivel como usuario Linux, por lo que aquellos títulos que den problemas quedarán fuera del alcance de los usuarios noveles.
Aún así, Djl es una gran ayuda para convertir nuestra distribución Linux en una completa plataforma de juegos, siempre y cuando la complementemos con los juegos que la propia distribución ofrezca y con aquellos juegos de Windows que se pueden instalar a través de otro fantástico programa como es PlayOnLinux y al que dedicaré unas líneas muy pronto.