No puedo evitar preguntármelo cada vez que los buscadores más populares, principalmente Google, cambian sin avisar la forma de contabilizar los rankings de resultados de las búsquedas e incluso introducen características experimentales que desaparecen al poco tiempo pero que han creado un verdadero desbarajuste en las puntuaciones de los mismos. Ante tanta inestabilidad, ¿realmente compensa invertir esfuerzo, tiempo y dinero en conseguir que un sitio web aparezca entre los primeros 10 resultados en una búsqueda relacionada? ¿Merece la pena invertir en el posicionamiento en buscadores, disciplina más conocida como SEO (siglas del inglés Search Engine Optimization)? La respuesta es sí.
El motivo para esta afirmación es que mientras los buscadores sean el medio principal para que los usuarios encuentren un sitio web es necesario hacer todo lo posible (legalmente, claro) para que el nuestro sea fácilmente localizable, empezando por el hecho de que los buscadores deben conocerlo e indexar todas y cada una de las páginas que lo componen.
Además, si los resultados de las búsquedas se siguen ofreciendo en un ranking es porque debe existir algún mecanismo que los buscadores utilizan para diferenciar la importancia de un sitio web con respecto a dichas búsquedas. Es cierto que cada buscador tiene el suyo propio, pero al final los usuarios se centran prácticamente en tres (Google, Yahoo y MSN Bing) y un sitio web bien posicionado suele parecer en lo más alto en los tres a la vez, por lo que el esfuerzo realmente no se multiplica, sino que se aprovecha para todos los buscadores.
Hay que recordar que el SEO ya no es el único medio para promocionar un sitio web en internet, ya que contamos también con otras actuaciones como por ejemplo la generación de contenido interesante, el uso de redes sociales, el alta en directorios temáticos o el link building (obtener enlaces de alta calidad que apunten al sitio web), pero sigue siendo uno de los mecanismos más importantes (tal es así que mucho autores llaman SEO a todo el proceso de promocionar un sitio web en Internet y no sólo al posicionamiento en buscadores) que por tanto no podemos desdeñar en una campaña seria de promoción web. El SEO pues no está abocado a desaparecer, al menos mientras Google y compañía sigan existiendo.