Últimamente estoy especialmente concienciado con la privacidad en Internet, sobre todo desde que hay menores en casa que empiezan a navegar por la Web. Lo cierto es que siempre he tenido sospechas sobre el mal uso que terceros puedan realizar con los datos recopilados sobre nuestro comportamiento en la Red. Además de utilizar las herramientas de las que ya hablé en su momento, estoy en permanente búsqueda de nuevas utilidades que me permitan mejorar en la medida de lo posible el uso de la Red en mi hogar. Pues bien, mi último descubrimiento ha sido Ghostery, una extensión para Firefox, Chrome, Safari y (¡sorpresa!) Internet Explorer.
El objetivo de Ghostery es avisar al usuario cuando una página web que está visitando le está haciendo algún tipo de seguimiento, desde un recuento estadístico (como el popular Google Analytics o el paquete de software libre Piwik) hasta la creación de un perfil de consumidor (como DoubleClick), pasando por cualquier otra entidad interesada en conocer nuestra actividad en la Web. Este seguimiento se realiza a través de una serie de elementos, como scripts, iframes y gráficos, que no siempre son visibles en el código fuente de la página, por lo que la funcionalidad que ofrece Ghostery se vuelve aún más importante al desvelar estas prácticas.
Una vez identificado quién nos está siguiendo al visitar un sitio web concreto, Ghostery nos ofrece la posibilidad de saber más sobre cada entidad identificada, incluyendo cómo se describen a sí mismos y un enlace a su política de privacidad. Como paso final del proceso, Ghostery permite bloquear a aquellas entidades en las que el usuario no confíe, de forma que impida el mencionado seguimiento. Además, la extensión tiene una característica opcional llamada GhostRank, que envía anonimamente a los servidores de Ghostery información sobre los rastreadores encontrados y dónde se han encontrado, lo que permite crear una lista cada vez más completa. Como dicen sus creadores, «Ghostery pone tu privacidad web de vuelta a tus manos».
Por todo ello, el papel de Ghostery en la defensa de la privacidad del usuario de la Web, sobre todo si como decía al principio hay menores de por medio, se me antoja de una importancia vital. Si además tenemos en cuenta que Ghostery es gratuita y que sus responsables han prometido no utilizarla nunca para publicidad, creo que nos encontramos ante un componente imprescindible para nuestros navegadores web.
¿Has probado ya Ghostery? ¿Cuáles son tus impresiones? Espero vuestros comentarios.
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