Las herramientas de las que he hablado hasta ahora en esta serie de artículos eran utilidades de línea de comandos dirigidas a descubrir de forma puntual qué hardware tiene un sistema en producción sin pararlo. Si lo que buscamos es algo más complejo más allá de una simple consulta de vez en cuando, que nos permita elaborar y mantener el inventario hardware y software de los sistemas a nuestro cargo, una gran opción es sin duda OCS Inventory.
Se trata de un completo entorno de gestión (de licencia libre) de los activos TIC de cualquier organización. Cuando se publicó por primera vez en 2001, OCS Inventory permitía la creación automatizada del inventario del hardware. A día de hoy ha evolucionado tanto que inventaria también el software, realiza escaneos de red e incluso permite la instalación distribuida de software. También incluye un sistema de plugins que permite ampliar las capacidades de serie de OCS Inventory. Aunque la lista de plugins disponibles no es muy extensa, ofrece la suficiente utilidad como para tenerlos en cuenta.
OCS Inventory se compone de tres elementos: un servidor, los agentes y las herramientas de distribución de software. El servidor es el elemento principal del entorno, gestionando la información y poniéndola a disposición de los administradores del sistema. Existen versiones tanto para Linux (y otros Unix) como para Windows.
Sin embargo, el servidor no serviría de nada sin los agentes, pequeños componentes software que se instalan en los dispositivos que queremos inventariar y gestionar a través del servidor y que nutren a éste con toda la información que puedan descubrir sobre el sistema en el que están instalados. Por la naturaleza de su función, en el caso de los agentes existen versiones para todos los sistema operativos más populares, incluyendo los de los smartphones y tablets (excepto iOS).
Por último se encuentran las herramientas de distribución de software, con versiones para Linux, Windows y MacOS, que permiten de una manera sencilla la instalación remota y controlada de programas en equipos que corran dichos sistemas operativos. Es sin duda una gran ayuda para los administradores de redes y una de las capacidades más celebradas de OCS Inventory.
Su instalación es realmente sencilla. Basta con dirigirnos a la sección de descargas de la web oficial y obtener las versiones adecuadas a los sistemas que vamos a gestionar. Sin embargo, lo más sencillo para instalar un servidor OCS Inventory es utilizar una distribución Linux en cuyos repositorios esté disponible.
Por ejemplo, en Debian empezaríamos con el servidor:
# apt-get install ocsinventory-server
y seguiríamos con la consola de administración, que se puede instalar en el mismo equipo que el servidor o en otro de nuestra elección:
# apt-get install ocsinventory-reports
Si accedemos mediante navegador a http://servidor_consola_admon/ocsreports
, podremos proceder a configurar la consola de administración, indicando entre otras cosas dónde se encuentra el servidor de OCS Inventory.
Sólo restaría instalar los agentes en los equipos a monitorizar. En el caso de Debian sería así:
# apt-get install ocsinventory-agent
Durante la instalación debemos elegir http
como método para generar el inventario e introducir el nombre o dirección IP del servidor OCS cuando se nos solicite.
Con esto OCS empezará de inmediato a escanear nuestra red y a recibir todo tipo de datos sobre la configuración de nuestros sistemas. Esta información se muestra poco después en la consola de administración. A partir de ese momento, OCS se encarga de mantener actualizada la información mediante escaneos periódicos, cuya frecuencia podemos configurar.
En definitiva, OCS Inventory se convierte en un importante aliado para los administradores de sistemas en sus tareas diarias. Es sencillo de instalar y a cambio ofrece un gran valor. Evidentemente no está pensado para consultas puntuales de información, ya que para ello están los comandos revisados en los artículos anteriores, pero sin duda OCS no debería faltar en ninguna red gestionada por buenos profesionales.